PRESIDENTA

CARTA A LOS COLEGIADOS

Querida/o Compañera/o:

Cada primavera, una vez que tenemos la auditoría económica y el proyecto de liquidación de los presupuestos del año anterior echamos la vista atrás y elaboramos nuestra tradicional Memoria Anual, para someterla a vuestro criterio.

Esta primavera de 2020 es, sin duda, la más excepcional de cuantas hemos vivido, profesional o personalmente. El pasado catorce de marzo el Gobierno de España declaró el estado de alarma, tras constatar una proliferación masiva de contagios comunitarios del SARS-Cov 2, el coronavirus que apareció en China oficialmente a finales de 2019.

Las circunstancias obligaron a confinar a toda la población española, tras sospechar las Autoridades una posible saturación de los servicios sanitarios españoles para la que ningún país está preparado y que finalmente se produjo, especialmente en autonomías como Madrid, País Vasco y las dos Castillas. Hemos atravesado y atravesamos un escenario de crisis sanitaria y dolor, de pérdidas y de enfermedad, de confinamiento, de miedo y de incertidumbre

Sin saber todavía si las circunstancias sanitarias nos dejarán celebrar la Asamblea General Ordinaria antes de otoño, siempre que no haya rebrotes del virus, esta carta que prologa nuestra Memoria es una gran ocasión que pretendo no desperdiciar para dirigirme a todos vosotros.

En esta crisis, la red de farmacias está demostrando una vez más su fortaleza, necesidad y oportunidad como establecimiento sanitario. Hemos sido valientes guerreros ante un enemigo invisible y dique de contención para evitar la saturación de centros de salud y hospitales.

Éramos (somos) el profesional sanitario más cercano, con sus establecimientos abiertos día y noche, atendiendo a cualquier ciudadano que lo haya precisado. La farmacia ha dispensado medicamentos, que es su trabajo, pero también ha  formado e informado a quien lo solicitara  y ha aportado, además, consuelo y esperanza. También hemos aprendido a  trabajar con nuevas tecnologías en un tiempo récord, y a adaptarnos a nuevas normas, procedimientos y actuaciones que hubieran tardado años en ser implementados en circunstancias normales.

Y muchas vendrán para quedarse, como el teletrabajo, que a la hora de la conciliación familiar puede ser un gran avance. Hemos cuidado a los mayores y vulnerables, llevando la medicación a sus hogares. Hemos conseguido evitar desplazamientos, ayudando a nuestros pacientes a gestionar su medicación a través de RE o incluso hemos intentado ayudar a las mujeres que sufren violencia de género mediante la campaña Mascarilla 19. Pero para nosotros este ímpetu y compromiso no era una novedad. Siempre hemos estado ahí. Quizá y lamentablemente un virus nos ha visualizado más.

No puedo olvidar a nuestros compañeros de Salud Pública, de Hospital, de Distribución, de Análisis Clínicos, de Industria, de Óptica, de Ortopedia…todos, sin excepción han demostrado la fortaleza y vocación de nuestra profesión, una profesión casi tan antigua como la propia humanidad.

Por eso, valorar 2019 ahora, aunque sea lo que corresponda en esta memoria y en la Asamblea General Ordinaria, resulta complejo desde esta atalaya circunstancial con su sobredosis de realidad.

Un año, 2019, que se caracterizó por tres procesos electorales (dos generales y uno autonómico). En el que a nivel nacional convivimos con la carencia de interlocución, España ha tenido tres ministros de sanidad en dos años (Montón, Carcedo e Illa) y en el que las discusiones por un borrador de Ley, la de Ordenación Farmacéutica de la Comunidad de Madrid, nos generó un conflicto a nivel nacional con nuestros compañeros de enfermería que, afortunadamente, logramos frenar aquí, en nuestra tierra.

La Región logró en julio su primer gobierno de coalición, con el que debo reconocer que mantenemos unas relaciones que trascienden la cortesía y obligatoriedad y en estos meses de pandemia, se ha demostrado.

Desde la situación actual, insisto en la normalidad que caracterizó 2019, y si bien es cierto que en nuestra Asamblea recordaremos con más detalle la formación, jornadas, eventos, cambios legislativos o el avance tecnológico sin precedentes que hemos puesto de marcha en nuestra casa profesional durante este año. Sólo puedo definir esos 365 días  como un  año de esperanza que no supo decirnos que nos abría la puerta a contemplar tanto dolor, pero también tanta profesionalidad, solidaridad y generosidad de la que los farmacéuticos hemos sido parte esencial.

Nuestra profesión, como toda la sociedad, no puede, ni debe, olvidar que sólo unidos, con compromiso, anticipación y solidaridad se avanza o incluso como en este caso, se sobrevive.

Quiero agradecer ahora y siempre, la labor de los trabajadores del Colegio, de todos, que desde sus casas o desde la propia sede colegial, han logrado hacer realidad el hashtag que hemos utilizado los farmacéuticos a nivel nacional durante la pandemia y que nació en nuestro Colegio, #LaCruzDelaFarmaciaNoSeApaga

A los miembros de la Juta de Gobierno y Vocalías y a todos vosotros, queridos y queridas compañeras. GRACIAS

Aquí tenéis el resumen de lo que fue 2019, pero no podemos obviar que lo contemplamos desde este 2020 duro y desolador pero esperanzador porque durante sus días y sus noches, no me cansaré de repetirlo, hemos contemplado lo mejor de una profesión y lo mejor de una sociedad.  Confío en que 2020 nos permita recuperar los abrazos y besos que el SARS CoV- 2 nos ha hurtado, y que la ciencia consiga despejar un cielo gris que volverá a brillar con la terapia y vacuna pertinente.

Recibe un fuerte abrazo.

 

 

 

 

Isabel Tovar Zapata
Presidenta

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